Pumas quiere escribir un capítulo en su historia que se llame “El Milagro de Santa Úrsula”. La trama sería poder remontar ese pesado 4-1 contra el América que sufrió en Ciudad Universitaria.
Para lograr esa gesta y clasificarse a la semifinales del Clausura 2018, necesita ganar 4-0 o por tres goles de diferencia a partir de anotar cinco tantos esta noche en el Estadio Azteca (19:00 horas).
Luce complicado para los auriazules, pues es algo que jamás ha logrado hacer en sus enfrentamientos contra los azulcrema en calidad de visitante. Es realizar un juego hasta ahora imposible para los felinos desde 1962, año en el que consiguieron el acenso a la Primera División profesional.
Hay un marcador que logró en la temporada 1990-91 ante las Águilas y que le serviría para avanzar: 5-2. Sin embargo, lo obtuvo en el Olímpico Universitario; en el Coloso de Santa Úrsula, Pumas ni siquiera ha logrado marcarle cuatro goles a su máximo enemigo.
Los del Pedregal, pese a los antecedentes, sueñan con realizar la obra milagrosa y toman de inspiración lo que sucedió hace poco en la Champions League europea.
“El equipo lo tiene casi imposible [de remontar], pero también la Juventus metió un 0-3 en el [Santiago] Bernabéu, así que no se sabe, todo puede ocurrir en el futbol, es lo bonito y el equipo va a ir al frente”, advierte el zaguero universitario, Alejandro Arribas.
Y si Universidad va por un acto heroico, América está en pie de lucha por frustrarlo. Promete no tener clemencia.
“Sabemos que se sacó una buena ventaja [en el partido de ida]. Es muy difícil que la reviertan, estamos conscientes, pero en esa dificultad no tenemos que pecar de soberbios porque el equipo rival tiene un gran plantel, es un equipo grande”, analiza el portero americanista, Agustín Marchesín.
En el presente certamen, los americanistas nunca aceptaron más de tres anotaciones. En el Nido, sólo Pachuca y Toluca lograron hacerles dos tantos.
Eso es el panorama alegre que tienen los de Coapa enfrente. Es prácticamente un hecho que estarán en la siguiente ronda.
Incluso, en la mente amarilla el campeonato de liga está más que presente, pues es el objetivo final, no sólo pasar por encima de la escuadra puma.
“Para ser campeón, hay que ganarle al que se ponga enfrente, tenemos que pensar sólo en nosotros, en hacer las cosas bien y entrenar para ganarle al rival que tengamos”, reconoce Marche, quien hoy no quiere milagros de Pumas en Santa Úrsula.