Al Calor Deportivo

¿Por qué Maradona es considerado como el mejor de la historia?

La comparación será tan eterna como exclusiva, porque es cosa de dos. La realidad es que los demás vienen detrás, salvo Lionel Messi, quien para muchos tiene méritos para convertir en terna la discusión. La muerte de Diego Armando Maradona ha traído de nuevo la polémica: ¿es el mejor futbolista de la historia?, ¿el verdadero número uno?

Para casi todos los argentinos, sí; para casi todos los brasileños, no. ¿La razón? La disputa con Edson Arantes do Nascimento «Pelé». Aunque en los años más recientes dejaron atrás sus diferencias, durante mucho tiempo se enfrascaron en críticas públicas. Diego le llamó «esclavo de la FIFA» y «negro», mientras que Pelé aseguró que «aceptó dirigir a la selección argentina porqur necesita dinero» y «para que Maradona pueda compararse conmigo, primero tiene que pedirle permiso a brasileños y argentinos que fueron mejores que él».

Sin embargo, ambos sabían que son el uno y dos de la historia. El tema es, ¿en qué orden? Para muchos, el «Pelusa» lo es por dos principales razones: su influencia en el título mundial de 1986 y lo que logró con el Nápoli. Dueño de una zurda tan mágica como él era irreverente, el «Pelusa» tuvo una de las actuaciones más sobresalientes en la historia de las Copas del Mundo.

En esa edición, Argentina marcó 14 goles y en 10 influyó Maradona, con cinco goles y cinco asistencias. Su capítulo estelar fueron los cuartos de final, ante Inglaterra en el Estadio Azteca. Hizo aquel tanto de tal belleza que fue nombrado como el «Gol del Siglo», pero también aquel que debió ser anulado, pero fue llamado por él mismo como «La Mano de Dios».

Para muchos, esa actuación en 1986 vale más que las tres Copas del Mundo ganadas por Pelé (Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970), aunque no se puede olvidar que el astro brasileño marcó gol en las finales de la primera y tercera. A diferencia de Pelé, quien sólo dejó al Santos para ir al Cosmos de Nueva York, Maradona sí jugó en Europa. Tras salir del Barcelona por una fractura, llegó al Nápoli, un club que hasta entonces era de segundo nivel en Italia, tan pobre como la región sur del país en el que se ubica.

En su presentación, el «Barrilete Cósmico» dijo que quería ser el ídolo de los niños pobres en Nápoles. Lo consiguió. Le dio a ese club los únicos dos títulos de Liga que ha ganado (1986-87 y 1989-90), además del único campeonato europeo que tiene: la Copa UEFA de la campaña 1988-89. En Italia 1990 también fue clave para que la Albiceleste llegara hasta la final, esa que perdió frente a Alemania Federal por el polémico penalti que señaló Edgardo Codesal.

Sus escándalos fuera de la cancha suelen influir en el análisis, pero si sólo se remite a lo hecho en el campo, tiene con qué competirle a Pelé, quien además de esos tres Mundiales, es el verdadero artífice de que la selección brasileña sea considerada actualmente la más importante del mundo, más allá de que Leónidas podría ser considerado la primera gran figura en la historia del «Scratch du Oro».

Autor de más de mil goles como profesional, Edson Arantes do Nascimento es el primer gran ídolo del balompié a nivel mundial. Su incomparable técnica individual, combinada con la extraordinaria potencia física que le distinguía, lo convirtieron en una leyenda, aunado a que casi nunca se ha metido en problemas extracancha… O al menos ha sabido mantenerlos en secreto.

Líder de la constelación de estrellas de la Verdeamarela en México 1970, Pelé tenía una inteligencia sin igual para entender el juego, además de que presumía un gran remate con la cabeza y una fuerza que le permitía someter a los rivales en la disputa por el balón. Él fue el precursor en cancha para que el futbol mutara de simple deporte a industria que factura fortunas en todo el mundo.

Son las dos figuras icónicas de este deporte, las estrellas más fulgurantes de todos los tiempos. Ahora que se ha ido Diego, vuelve la discusión sobre si es el número uno de todos los tiempos.