CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 15 (EL UNIVERSAL).- Miguel Herrera tuvo los arrestos para salvar del descenso a Tijuana el año futbolístico pasado. No sólo eso, lo llevó a ser líder del certamen, aunque no pudo coronar su era con el título.
En la perrera dejó amigos. Pero este viernes por la noche se presenta como un americanista que quiere herir a los Xolitzcuintles. La amistad, entonces, quedará interrumpida durante 90 minutos.
«El Piojo» y su América tendrán enfrente a su antigua escuadra, que está enrachada y tomó un ímpetu suficiente para acudir a esta jornada como el tercer lugar del campeonato.
De hecho, Tijuana (13 puntos) podría desplazar a los azulcrema (16) del segundo puesto del Apertura 2017. Cinco juegos sin perder avalan la peligrosidad del cuadro canino.
«Tijuana es una ciudad muy entregada a su equipo, pero vamos con la consciencia de sacar tres puntos», evalúa Herrera.
«Es especial, por el agradecimiento que le tengo a esa directiva, estoy contento por volver ahí y saludar a gente que considero amiga», adelanta.
La convicción del «Piojo», pese a los vínculos afectivos, es triunfar en el estadio Caliente, previo a enfrentar los Clásicos contra Cruz Azul, por la Copa MX, y luego frente al Guadalajara por el torneo de Liga.
Acepta que ya conoce poco al equipo, por los diversos cambios que tuvieron los Xoloitzcuintles en su plantilla para la presente temporada, con respecto a la anterior en la que él los dirigió.
«Ha cambiado bastante su idea, es otro técnico [Eduardo Coudet], con ideas diferentes, me parece que después de los partidos de inicio se acomodó el equipo y le ha dado buenos resultados», analiza Herrera.
Los antecedentes históricos auguran que al América le va bien cuando tiene enfrente a los fronterizos: ha ganado seis (cuatro en la Perrera), empatado tres y perdido cuatro en los 13 duelos que han disputado.
Sin embargo, los Xolos prometen no ser fáciles de derrotar. Incluso, también quieren lastimar a los millonetas, que tendrán dos encuentros de Clásico en una semana.