Después de la serie de adeudos económicos del Veracruz, que llevaron a la Federación Mexicana de Futbol a desafiliarlo, a Pedro Gallese no le quedan ganas de regresar a México, ni de chiste.
Aunque el préstamo del guardameta con el Alianza Lima finaliza este 31 de diciembre, el peruano no volverá a México.
Gallese, con el beneficio de poder negociar a su antojo tras la desafiliación de los escualos, busca convencer al Alianza de que lo fiche a un precio accesible, para después ser ofertado en Europa, donde ya tuvo contacto tras su espectacular actuación en la Copa América, en la que resultó subcampeón.