Del lado del chiverío, del Rebaño Sagrado, no hay otro juego más importante que el que se disputa contra el América.
Los sentimientos que provocaba este juego en Javier Ledesma, el famoso Zully, otra leyenda rojiblanca, son parecidos: “Para mí, jugar un Clásico, era cumplir un sueño, de estar en el partido que todo aficionado, sobre todo de Chivas, quiere ver”, comentó.
El Zully era un consentido de la afición rojiblanca, que le festejaba sus grandes atajadas, pero en esta ocasión no estará presente, no habrá porras, no habrá cánticos, nadie gritará el gol: “Cuando saltas a la cancha en estos partidos y te das cuenta de que el estadio está lleno, te emocionas, pero —cuando inicia el partido— te concentras tanto en el mismo que de repente ya no te das cuenta de la gente, pero siempre es importante el apoyo, seguro que lo extrañarán”.