Ese coloso que puede reunir a poco más de 80 mil personas ha dejado de ser el principal aliado de la Selección Nacional… Al menos en la perspectiva de algunas de sus piezas clave. Hirving Lozano reconoce que jugar en el Estadio Azteca ya no representa ventaja alguna para el Tricolor; de hecho, comparte que los futbolistas mexicanos que militan en Europa no la pasan bien sobre el césped de Santa Úrsula.
“La verdad, sí nos afecta un poco a los que venimos de Europa [jugar en el Azteca] y se siente, se ve, porque no somos los mismos, pero así toca y tenemos que enfrentarlo como es, pero sí nos afecta un poco y hay que seguir adelante”, asegura el Chucky, en entrevista con TUDN
Los dos mil 240 metros de altitud sobre el nivel medio del mar en la Ciudad de México luce como el principal factore que merma a los europeos, al igual que otros como la contaminación y la poca adaptación al terreno de juego.
El delantero del Nápoli conforma, junto a Raúl Jiménez y Jesús Manuel Corona, el tridente de atacantes que tanto ilusionaba a la afición y al propio Gerardo Martino, aunque se ha quedado bastante corto en cuanto a la producción de tantos.
“Siempre platicamos cómo podemos mejorar en conjunto —los tres— para mejorar”, revela el Chucky. “Tratamos de ayudarnos para saber qué movimientos hacer mejor, qué movimientos para Raúl o Tecate… Claro que platicamos”.
Según su diagnóstico, “vamos paso a paso, no hemos jugado muchos partidos juntos y es diferente a un club, porque te piden cosas diferentes. Sé que ha pasado tiempo, vamos en buen camino y el objetivo es ganar”, añade. “Después, acompañaremos el trabajo para mejorar”.