GUADALAJARA, Jal., noviembre 28 (EL UNIVERSAL).- Ricardo Antonio La Volpe sonríe y llega feliz a la conferencia de prensa. Está tranquilo y liberado, tras ganarle la serie de cuartos de final al Rebaño Sagrado. Descarta que haya sido una revancha por lo que sucedió en el torneo de Copa.
Siente que tiene la ayuda divina de su parte. “Dios, Jesús y los ángeles están conmigo”, presume.
“Son Clásicos. Antes de salir a la cancha decían que no era lo mismo enfrentar a Chivas que a cualquier otro rival. El equipo viene mejorando, ya transmite otras cosas, es más inteligente” considera el director técnico americanista.
“Fue un paso nada más. Tengo que respetar al rival. Fue un partido peleado y tuve la suerte de que Dios, Jesús, los ángeles están conmigo. Hubo festejo en el vestidor. Dejamos las cosas claras. Nos falta el gran objetivo, que es llegar a la final”, añade.
El “Bigotón” dice que el mérito es de los jugadores, “que son figuras, son difíciles de manejar, pero al momento de jugar cada uno pone su granito de arena. Se matan en la cancha”. Pero se acuerda del entrenador que fue cesado del Nido cuando las cosas comenzaron a tener un panorama oscuro en Coapa: Ignacio Ambriz.
El actual estratega emplumado advierte que “si a alguien tengo que elogiar es a Ambriz, porque él armó a este equipo. Yo asumí cuando el plantel estaba hecho y tiene muchas variantes. El equipo entendió qué debe ser. Asumí un equipo que estaba formado. Tengo que elogiar a Ambriz y festejar con él, porque hizo este equipo. Elogio a los jugadores con fama. Tienes que saber manejar al grupo. Los jugadores son espectaculares”, halaga.
Aclara que encontró a “un equipo golpeado, pero poco a poco pusimos las cosas en orden y estamos bien. Nos faltan dos batallas. Sólo ganamos una”.
Se da tiempo para criticar al arbitraje y asegura que Roberto García no debió pitar el juego de ayer.