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Ni el gol de Vela evita derrota de laReal

Carlos Vela anotó gol pero la Real Sociedad cayó 1-2 en Anoeta

El Universal

El Getafe tomó aire con su triunfo en Anoeta, abandona el puesto de colista y cierra una racha negativa de trece jornadas sin vencer, tras hacer valer los goles de Sarabia y Álvaro, de penalti, ante una triste Real Sociedad (1-2).

 

El conjunto que entrena Juan Eduardo Esnaider comenzó con mal pie un partido que era clave en su lucha por escapar del descenso, con dos tarjetas amarillas de dos defensas para el primer cuarto de hora y la lesión de Roberto Lago, quien tuvo que ser sustituido por Miguel Ángel.

 

La Real, sin un objetivo claro aunque su afición soñara con que era posible entrar en Uefa, empezó seria y con buen fútbol para disfrutar ya de una buena oportunidad de marcar con Markel Bergara.

 

El Getafe estaba atenazado por los nervios y los donostiarras aprovecharon para adelantarse en una buena acción de Oyarzabal, que metió un balón al área pequeña visitante donde, tras errar Jonathas su remate, estaba Carlos Vela para empujar el balón a gol

 

Los madrileños no se vinieron abajo pero en sus intentos por lograr el empate se evidenciaron las carencias que tienen en ataque y la razón por la que es el conjunto era hasta esta jornada el menos goleador de toda la Primera División.

 

Un grave error de Iñigo Martínez pudo convertirse en el 1-1 cuando el central vasco cayó al suelo y regaló un balón a Sarabia para que éste lo centrara a Buendia que, en inmejorable posición de disparo, lo envió al graderío.

 

Merecía el gol el Getafe y éste se produjo en el minuto 45, tras una trenzada jugada de ataque culminada con una asistencia de Álvaro a Sarabia que, de volea, batió a Oier Olazabal.

 

El Getafe creció tras el descanso en la misma medida que se desinflaba una Real que ofreció una mala imagen en defensa y así, en una contra madrileña a velocidad de vértigo, Olazabal terminaría haciendo un claro penalti a Álvaro. El propio delantero catalán convirtió la pena máxima que daba ventaja a su equipo.

 

Los donostiarras, con una incapacidad preocupante para generar peligro serio, quedaron a merced del Getafe que terminó llevándose con total merecimiento el encuentro y celebró el triunfo como si de un título liguero se tratara.