El empate de último minuto del Pachuca, provocó la calentura del Necaxa, por lo que se armó la pelea sobre la cancha del estadio Victora. Fue al minuto 94, a segundos del silbatazo final de Fernando Guerrero, cuando Unai Bilbao (Rayos) le dejó un recuerdito a Miguel Herrera, quien se prendió sobre el zaguero rojiblanco.
El tuzo tuvo que ser sostenido por varios jugadores, compañeros y rivales, para tranquilizarlo, pero estuvo desatado. Mientras que Idekel Domínguez, del Necaxa, derribó a uno del Pachuca.
El cuerpo arbitral fue incapaz de controlar y todos, hasta los de las bancas, saltaron a la cancha; algunos para empujar y seguir con la broca, otros para intentar relajar la situación. A Guerreo no le quedó de otra que dar por terminado el compromiso, un empate que poco sirve a ambos, fuera de la zona de repesca y, para los Tuzos, ya son nueve jornadas sin ganar.