Nancy Zaragoza disfruta de sus sueños cumplidos, por ser una jugadora profesional y quedar campeona en la Liga MX Femenil, logros que resaltó tras una retrospectiva de su infancia, en la que tuvo que sortear la desigualdad de género.
“Empecé jugando como todas mis compañeras en la Liga Femenil, en equipos de niños. Recuedo que hace años, los papás de esos niños veían raro que una mujer jugara”, expresó Zaragoza, a quien le atribuye a su padre la pasión por el futbol.
Incluso, se enfrentó a los prejuicios desde la escuela.
“Me enfrenté a muchas cosas, ni en la escuela me dejaban jugar un torneo interno, hasta mis papás fueron a reclamar. En Cuarta División, un entrenador me dijo que no podía aceptarme, porque el equipo perdería seriedad. Son esos obstáculos, además de los pocos espacios para que una mujer se desarrolle como futbolista”, recordó.
Ya en la Liga MX Femenil, la es de Rayadas admitió que no todo es color de rosa.
“Al principio hay mucha impotencia al saber de muchas cosas en lo contractual -porque sueñas con ser profesional y los privilegios-, pero por amor al futbol una sigue. Estudié Economía y ahora estudio en la Escuela Nacional de Directores Técnicos, en un futuro quiero dirigir aquí o en el extranjero, es otro sueño”.