Ignacio Trelles fue un tipo que daba lecciones de vida, tanto dentro como fuera del campo, y “nunca te lo esperabas”, recuerda Enrique Borja.
En el Mundial de Inglaterra 66:
“En la lista final salimos Aarón Padilla y yo (ambos de Pumas en ese entonces), y nos presentamos. Don Nacho no pasó de un hola y un buenos días durante la concentración, siempre era muy respetuoso, durante la concentración. Hicimos una gira por Europa antes de la Copa del Mundo, jugamos cinco partidos, de los cuales, perdimos los cinco y en el último nos golearon cinco a cero… Ni Aarón ni yo jugamos un solo minuto de esa gira, en ese tiempo no había cambios, así que ni un solo minuto estuvimos en la cancha”.
Llegó el momento de viajar a Inglaterra, a la Copa del Mundo:
“Yo seguí entrenando duro, con los suplentes y el día del debut (que sería contra Francia), entró a mi cuarto y me dijo: -¿Cómo estas? Bien le respondí….
-¿Estás cómo para jugar? Me insistió Yo me reí y le dije: “No bromee, no he jugado un minuto…”.
Y Don Nacho muy serio, me dio una gran noticia: Pues vas a jugar y serás titular.
Borja y Aarón Padilla jugaron todos los partidos de ese Mundial y en ese primer juego contra Francia, el cual la Selección Mexicana igualó a un gol, sucedió lo siguiente narrado por Don Fernando Marcos:
“Viene Aarón Padilla con su bicicleta, tratando de colarse… Viene el centro y ahí está, Borja, Borja no falle, no falles… Gol de México”.
Enrique Borja y Aarón Padilla jugaron los tres partidos de aquella Copa del Mundo. Después de eso, la relación entre don Nacho Trelles y Enrique Borja fue entrañable:
“Siempre le hablaba, por lo menos una vez al año en su cumpleaños. Ignacio Trelles fue un tipo que daba lecciones de vida, tanto dentro como fuera del campo, y nunca te lo esperabas”, recuerda.