En la reunión que sostuvo la directiva con la plantilla el pasado domingo, donde Ricardo Peláez le informó de manera oficial a sus jugadores que Luis Fernando Tena había sido cesado, el capitán Jesús Molina fue quien tomó la palabra para abogar por el «Flaco».
El director deportivo de las Chivas, escuchó atento a su capitán, quien expresó su descontento por la determinación y precisó que si alguien había sido culpable de que no se obtuvieran los resultados que se esperaban, eran los jugadores, por lo que solicitaban el voto de confianza para el técnico, quien a esa hora ya estaba fuera del equipo.
El directivo señaló que no había vuelta atrás, la decisión estaba tomada, que el equipo necesita despertar y se cortó el hilo por lo más delgado.
Recalcó también en esa charla donde estaban todos, que la determinación fue de él en busca de regresar a los primeros lugares, donde puntualizó, merece estar y ahora mismo, lejos han quedado de los objetivos.
Molina frente al grupo lamentó no se pudiera hace nada al respecto, al tiempo que reclamó a algunos de sus compañeros no sean profesionales, porque no se cuidan como exige la profesión, esto en presencia también del presidente Amaury Vergara.
Pelaéz exigió den el cien por ciento en todos los aspectos, porque cuando se aplique el reglamento si alguien falla en no ser profesional, se aplicará sin distinciones.
En un momento de la charla, le pregunto a Amaury si quería hacer uso de la palabra, pero el presidente dijo que en esta ocasión no. Respaldó a Peláez en todo momento en busca de que el equipo reaccione.
Peláez les dejó claro que en el futbol cuando no hay resultados suceden este tipo de cosas, cambio de técnico y si no se logra enderezar el barco, al rato le toca a él al no tener argumentos futbolísticos respaldado con puntos y él se va, los que siguen después son los jugadores, por lo que los invitó rectificar el camino antes que sea demasiado tarde para todos.