CIUDAD DE MÉXICO, octubre 28 (EL UNIVERSAL).- El clásico del norte, el regio, entre Monterrey y Tigres, vivirá su 109 edición en circunstancias muy desequilibradas.
Los dirigidos por Ricardo “Tuca” Ferretti están en el tercer lugar de la competencia con 26 puntos acumulados, en tanto que los de Antonio Mohamed están en el undécimo casillero, con 18 unidades y muy lejos de las posibilidades de clasificarse, y a gran distancia del odiado contrincante citadino.
Pero las frases hechas se presentan en este tipo de partidos, hoy más que nunca, cuando las diferencias son tan marcadas: “No importa cómo se llegue, en un clásico cambia todo”.
Porque se ha vivido de todo en el clásico del norte.
En el clásico 15, directivos de los Rayados entraron a la cancha en pleno juego a tratar de golpear al árbitro que, según ellos, perjudicaba a su equipo.
En el clásico 20 hubo marca de expulsiones, Nada menos que seis, tres para cada equipo.
En el clásico 31, Francisco Javier el “Abuelo” Cruz y Francisco Sánchez iniciaron una pelea que llevaron hasta los vestidores. El árbitro terminó el juego por abandono de Rayados.
En el clásico 33 Tomás Boy anotó el último gol de su carrera.
Pero quizá la marca más sobresaliente, y la que nunca se romperá, o quedará por mucho tiempo, es la de don Carlos Miloc Pelachi, el famoso “Tanque”, el “Tigre Mayor”, quien como director técnico de los felinos nunca perdió un clásico.
“Estuve presente en 13 juegos y nada más no me pudieron ganar. Tengo marca de ocho victorias y cinco empates”, dice orgulloso el uruguayo desde su casa en la capital de Nuevo León, desde donde divisa todo lo que sucede en la Sultana del Norte.
Miloc llegó a dirigir a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) en 1977 y de inmediato entregó dividendos. Al final de ese torneo, 1977-78, levantó el primer título en la historia de los amarillos, derrotando por marcador global de 3-1 a los Pumas de la Universidad.
“Ha pasado mucho tiempo de aquellos títulos, pero la gente aún los recuerda mucho, eso, los títulos, y los clásicos que nunca perdimos”, comenta Miloc.
Después de irse brevemente a Guadalajara, Miloc regresó a la querencia y en la campaña 1981-82 ganó el segundo campeonato, al derrotar, en serie de penaltis al Atlante, en juego disputado en el estadio Azteca.
“Hoy a los clásicos los rodea mucha publicidad, mucha gente se preocupa más por lo que los jugadores, los técnicos o los que fuimos técnicos decimos antes de, que lo que realmente pasa a la hora del juego”, lamenta.
Tigre de corazón, también sabe separar lo que es la pasión del análisis futbolístico. “Como siempre, espero que ganen los Tigres, con Ricardo Ferretti, mi amigo, ahí. Veo mejor a los Tigres, pero uno nunca sabe, son juegos en los que siempre sale algo más, donde los jugadores siempre salen a dar un extra”.
En el torneo de Invierno 1997, Carlos Miloc dirigió por última vez un clásico regio, y lo ganó, para variar, 3-2. “El técnico de Monterrey era nada menos que el señor Tomás Boy. Que, pase lo que pase, sigue siendo el ‘Jefe’”.
Pero dentro de toda la leyenda que rodea a don Carlos Miloc, hay una tema que debe aclararse.
—Dicen que usted perdió un clásico, uno que llamaron el clásico del caramelo…
—¡Qué! Ese clásico del caramelo no existe… Yo no me acuerdo. Hubo varios términos para esos juegos, pero yo estoy tranquilo en ese aspecto de la tarifa. Lo oficial es lo oficial, lo demás es que ese juego, si es que se jugó, no lo recuerdo, con toda franqueza no lo tomaría en cuenta.
El dato
IMBATIBLE. Carlos Miloc nunca supo lo que era perder un clásico norteño. Dirigió 13 en el banquillo de los Tigres: su cuenta quedó en ocho victorias y cinco empates.
NUMERALIA
109 EDICIÓN del clásico regio, es la que se llevará a cabo este sábado en el estadio Universitario.
13 CLÁSICOS dirigió Carlos Miloc Pelachi, con marca de ocho ganados
y cinco empatados.
1974 AÑO en que se disputó el primer Clásico Tigres-Monterrey en la Primera División Nacional.