Aunque diga que está feliz en el club y peleará por la titularidad, a Miguel Ponce no le gustaron ni tantito las formas en las que se dio su permanencia en el Guadalajara, porque siempre le dejaron claro que saldría si encontraban a alguien que ocupara la lateral izquierda.
Fue ofrecido a los Tigres, como moneda cambio, si aceptaban la negociación por Jorge Torres Nilo.
No se dio. Después, le dijeron que estaba todo arreglado para que se fuera al Atlético San Luis… Y, al final, nada. Que siempre sí lo quieren mucho y lo ven como una pieza importante, discurso que —obviamente— no les compra.
Es más, se siente incómodo por todo esto.