Seguramente, Guillermo Ochoa se siente extraño en esta concentración del Tricolor.
Ya no está en defensa Héctor Moreno. Por la lateral, no ve a su compañero en el América por tantos años: Miguel Layún. Y en el medio campo, Héctor Herrera no aparece.
En el brazo izquierdo de Ochoa está el gafete de capitán, aquel que por años llevó Andrés Guardado, quien se ha retirado de la Selección. La renovación del equipo mexicano ya comenzó bajo al mando de Diego Cocca.
Guardado ha dicho que se va “con la cabeza en alto. Siempre quise ganar algo más con la Selección, pero me siento bien con el esfuerzo realizado”. A final de cuentas, es de los que ha disputado cinco ediciones de la Copa del Mundo.
Por su zona, ahora está Luis Chávez, el zurdo del Pachuca que sueña con dar el salto a Europa.
Herrera, indiscutible en la era de Gerardo Martino —estuviera a buen nivel o no— ha dicho que “quiero seguir, hoy lo siento así, pero para ser llamado hay que estar bien en el equipo [Houston]”.
Por su lado, Carlos Rodríguez, Erick Sánchez y otros jugadores, llenan el hueco.
Moreno sí fue llamado en las primeras concentraciones de Cocca, pero en esta no apareció, ni siquiera para los amistosos contra Guatemala y Camerún.
Johan Vásquez ha levantado la mano para ocupar ese sitio por la central izquierda.
Y Layún, a quien no le alcanzó para estar en Qatar 2022, simplemente no ha sido tomado en cuenta.
Ya ni hablar de Javier Hernández, vetado en el proceso pasado y para este no ha sido convocado, aunado a la lesión que acaba de sufrir.
Así que cuando Ochoa levanta la cabeza, ya no encuentra a sus antiguos compañeros. La renovación, quiérase o no, ha comenzado. Ya son otros nombres los que tienen la responsabilidad.