Para un delantero, los goles son el alimento de los sueños. Henry Martín es el caso. El ariete yucateco del América sabe que la competencia es intensa con hombres como Oribe Peralta, el francés Jérémy Ménez y hasta el colombiano Carlos Darwin Quintero, mas presume estar en estado de gracia. La muestra son las cinco anotaciones que lleva en el Clausura 2018, esas que —espera— sean suficientes para mantenerse en la alineación azulcrema.
Porque no desea ir al banquillo.
Pero hay más. Conserva el anhelo de ir a una Copa del Mundo, ser parte del selecto grupo de 23 jugadores mexicanos que estarán en Rusia 2018.
Con las Águilas, desde que llegó, a Martín le ha parecido poco trascendente que le hablen de tener que batallar con algún otro elemento.
Su principal carta de presentación es que “a todos lados a dónde vayas, te vas a tener que poner en tu mejor forma, porque siempre hay con quienes competir para no ir a la banca. El chiste es que el entrenador, en este caso, Miguel [Herrera], la piense dos veces antes de que te mande a la banca. Eso se logra jugando bien”.
Por si fuera poco, Martín cumple con los requisitos que impuso Juan Carlos Osorio a los aspirantes a ser parte del representativo tricolor: estar en buen estado de forma —es decir, jugando— y en condición física perfecta.
El delantero americanista ha trabajado para estar en plenitud y soportar los 90 minutos de los partidos.
Y no hay otra manera para el yucateco de ingresar en el gusto del seleccionador que marcando, lo que ha hecho durante las primeras cinco jornadas del actual torneo.
Se lo ha tomado en serio. Es el máximo goleador mexicano en el año, y eso incluye a los elementos que están en Europa. Entre enero y lo que va de febrero, ha anotado cinco tantos y el sábado hizo el primer hat-trick de su carrera en la Liga MX. Su víctima, los Lobos BUAP en el Estadio Azteca.
“Siempre se puede estar [en la convocatoria mundialista] a la mera hora. No se puede pensar que ya está todo definido. Uno tiene que luchar, seguir en la batalla como hasta ahora. No me voy a rendir hasta que todo esté ya sin poder modificarse”, argumenta.
La historia del ariete de moda fue extraña e inesperada. De pronto, apareció como un fichaje más del América y parecía que se quedaría así, porque su club tenía la pretensión de otro delantero. La directiva buscó la manera de traer una “bomba” que fuera detonante de goles. Pero nadie más llegó.
“Para estar en la Selección Nacional, el rendimiento tiene que ser el óptimo. Con buenas actuaciones en el América puedo ser parte del Mundial, porque siempre hay alguien que se mete de último momento”, recuerda. “Para nada se debe renunciar a algo que buscas. Nada está dicho, ni sentenciado. Uno tiene que buscar ser mejor cada día y ya dependerá de Osorio si nos llama o no”.
Además de sus anotaciones, el delantero presume que, para llegar al Tricolor que estará en la XXI Copa del Mundo, “ahora tengo mayor experiencia con respecto a mi anterior convocatoria. He estado con más minutos en la cancha, mayor rodaje y me siento en buen momento”.
Además de que se encuentra en racha. Cinco goles en igual número de partidos para alimentar el sueño que tiene de ir al Mundial y el más próximo, que es mantenerse como pieza clave en la alineación americanista.