Luis Romo marcó su primer gol como jugador de Cruz Azul, un logro que tardó casi una década. Cuando el sinaloense tenía 15 años de edad, el club le notificó que no seguiría en las fuerzas básicas celestes, por lo que buscó un lugar en Querétaro.
Después de consolidarse con los Gallos Blancos y ser considerado por Gerardo Martino para la Selección Mexicana, La Máquina desembolsó millones de dólares para regresarlo. “Fue una espina que se quedó clavada. Soy alguien muy apasionado; estuve sólo ocho meses en [la cantera de] Cruz Azul, me entregué por completo, me encariñé con el equipo y con su gente”, reconoció el tricolor en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
Nueve años pasaron para su retorno a La Noria. Sin saber que algún día volvería a vestir esta camiseta, nunca dejó de pensar en lo que pudo ser. “Quiero ser un referente, llevar al equipo a lo más alto. No sólo pelear el título, ganarlo”.
Ahora, su deseo es posible, pero no garantizado. Al llegar como refuerzo, Romo Barrón entiende que las expectativas son mayores sobre él. Su anotación, el grito al festejarlo, fue un reflejo de las aspiraciones que tiene en esta etapa de su carrera.
“Para consolidarse, necesitas una oportunidad, un entrenador que te respalde. Para los mexicanos es complicado porque hay mucho extranjero y nacionales de calidad. pero hay que disfrutar del futbol, sin presión, así es como los resultados positivos se dan”.
Romo subrayó que las dos derrotas del Cruz Azul en el comienzo del Clausura 2020 provocaron críticas anticipadas, sin observar el verdadero potencial de La Máquina para el semestre.
“Este mal arranque quedará en el pasado, como un mal recuerdo. Es muy temprano para pensar que este torneo está perdido. Eso sí, sólo hay espacio para la perfección”, subrayó el sinaloense, entusiasmado por su revancha personal en el Cruz Azul.