Cuando caminaba por los pasillos del Estadio Azteca rumbo al vestidor, Luis Olivas le dio un recorrido rápido a su carrera desde las fuerzas básicas, recordando todos los sacrificios que se hacen para llegar a jugar un partido como este, ante el América, un Clásico nacional donde los ojos de millones están puestos y con un escenario imponente, el Coloso de Santa Úrsula.
“La verdad sentí mucha emoción al ser mi primer Clásico en el Azteca, fue el primero tras la pandemia con el aforo más grande, el 75 por ciento y sentí emoción. Cuando iba saliendo por el túnel se me puso la piel chinita y me di cuenta que estoy logrando lo que he deseado. Es un sueño hecho realidad, espero vengan muchos más”.
Chivas mejoró en muchos aspectos, pero quedó a deber en el segundo. El primer tiempo fue como lo dijo el técnico interino Marcelo Michel Leaño, alegre, propositivo, vertical, haciendo presión alta para la recuperación, pero en el complemento fue otro, el que estábamos acostumbrados a ver con Víctor Manuel Vucetich.
“El resultado no es lo que esperábamos, siempre salimos a ganar y el empate fue bueno por el funcionamiento del equipo. Vamos a tratar de seguirlo haciendo, enfrentar ahora a Querétaro, nuestro siguiente rival”.
¿Por qué se bajó la intensidad en el segundo tiempo?
-Esa parte de la intensidad, de morder, creo que fue un cambio en la mentalidad de tras la pérdida de balón, buscamos recuperarlo al momento, estábamos muy bien agrupados y en el segundo tiempo se perdió intensidad, el América modificó y el rival también cuenta. Tuvimos buena actitud, fuimos equipo compacto y el América también hizo bien el segundo tiempo”.