Atlas y Toluca siempre son garantía de un buen juego. Pasan los años, los torneos, los técnicos y los jugadores, y los duelos espectaculares y abiertos. Pero no es sinónimo de gol
En tiempo de compensación, el VAR llamó al silbante Marco Ortiz, y éste fue a revisar. Una mano, una posición antinatural se dice y se marcó el penalti. Julio Furch se paró enfiló y lo falló. Luis García quien reaparecía después de una lesión, se volvió en el héroe y el Diablo salió con un empate con sabor a victoria.
Empate a cero goles.
Ambos equipos necesitados de victoria, tuvieron que conformarse con un empate a cero goles, pero eso no quiere decir que no estuvieron buscando, insistentemente, la portería contraria.
Fue el Atlas el que intentó más, mostrando más recursos, disparos de larga distancia, centros provenientes desde la liga de fondo, combinaciones desde el centro, la mayoría sin culminar en buena forma, y los que spi, bien defendidos por el portero Luis García.
Toluca por su parte, demostró que sigue dependiendo de lo que le queda de futbol a Rubens Sambueza. El argentino naturalizado mexicano es el que pone el ritmo, ordena por donde van los ataques y no solo habla, predica con el ejemplo, corriendo como novato, pero con toda la sabiduría de un veterano.
Ya en tiempo de compensación, Alexis Canelo se escapó, sacó a Camilo Vargas, pero al final se le cerró el ángulo para marcar.
Y cuando todos pensaban en que el juego se iría sin goles, Bryan Garnica mandó un centro que se estrelló en la mano de Venegas y se marcó el penalti, vía revisión del VAR. Furch iba a ser el héroe, pero al final, fue Luis García quien detuvo el disparo.
Toluca llegó a once puntos, Atlas a nueve. Buen juego, pero sólo les faltó el gol.