La relación entre los jugadores de los Pumas y David Patiño, futbolísticamente hablando, estaba fracturada.
Los malos resultados y el pobre desempeño tenían tenso el ambiente.
Aunque los futbolistas no tenían problemas de índole personal con el ex director técnico universitario, saben que la separación era necesaria y, ahora, los del Pedregal consiguieron su primera victoria del torneo justo a tiempo. La llegada de Bruno Marioni al banquillo de los auriazules significó un cambio de chip en la actitud de prácticamente todos.
El domingo reciben al América, prueba de fuego para el Barullo y ahí deberán demostrar que sí respaldan a su actual entrenador.