Sólo un título de liga suman las Chivas en la última década, el que consiguieron en el Clausura 2017 bajo el mando de Matías Almeyda, ante los Tigres.
Y bueno, dos Copa MX (AP 2015 y CL 2017), una Supercopa MX (2015-16) y una Liga de Campeones de la Concacaf en 2018, nada que llene las exigencias de un grande e histórico como lo es el Guadalajara. Antes y después de esos logros, los fracasos han sido constantes en el Rebaño.
En el Guardianes 2021, el cuadro rojiblanco terminó con una larga ausencia de cinco torneos sin clasificar a la Liguilla; lograron eliminar al América en Cuartos de Final, pero fueron vencidos por el León en semifinales.
A inicios de 2020, el cuadro tapatío fue eliminado en penaltis por los Dorados de la Liga de Expansión en la Copa MX. Gran fracaso para el proyecto de Ricardo Peláez, quien en su llegada en 2019, aseguró con su peculiar estilo que “a partir de ahora se va a hablar de campeonatos, de Liguillas, de éxitos deportivos” y todo sigue pendiente.
Ante el acérrimo rival, las Águilas del América, se han enfrentado en los últimos 10 años en 28 ocasiones con un saldo de 13 victorias para los azulcrema, ocho triunfos rojiblancos y siete empates. En ese tiempo, se han medido cuatro veces en fases finales y de igual forma, la ventaja es para los emplumados.
Los de Coapa se impusieron dos veces en cuartos de final de Liga MX y una ocasión en la misma fase, pero en el certamen copero. Por su parte, el Guadalajara sólo eliminó al América en la pasada Liguilla.
A estos malos números se suman los oscuros momentos en los que lidiaron con problemas en la tabla de cocientes. El reto de Ricardo Peláez se ha vuelto mayor, limpiar la imagen de un equipo con plantilla costosa que no logró colarse a la Fiesta Grande y conseguir títulos de manera inmediata.