En México, a diferencia de otros países de Latinoamérica, los árbitros no lo están pasando tan mal por la suspensión de su liga debido al coronavirus.
Al menos por ahora.
Los jueces mexicanos lograron hace algunos años que se les pagara un sueldo fijo, algo que sus colegas en el resto del continente no tienen, y eso les ayuda a sobrellevar la situación mientras se reanudan las competencias. La actividad en México fue interrumpida el 15 de marzo para frenar el avance del nuevo virus.
“El árbitro mexicano tiene una ventaja, quizá mínima, pero esa ventaja porque recibe un sueldo de garantía y ese no se les deja de pagar”, dijo Arturo Brizio, el presidente de la Comisión de Arbitraje de México. “En el momento que la liga retorne a la normalidad ellos volverán a cobrar sus honorarios normales”.
El sueldo mensual para un árbitro con gafete FIFA en México es de alrededor de 1,500 dólares (36 mil pesos) y para el resto de la máxima categoría ronda en los 1.300 (31 mil pesos).
Contando todas las categorías en México — primera, segunda, tercera y cuarta, además de la liga femenina y los responsables del VAR — hay unos 700 árbitros en el país.
“Desde hace varios años se logró que se tuviera esa entrega fija mensual, además del pago por partido”, agregó Brizio.
En el pasado, los jueces mexicanos debían dedicarse a otras profesiones para poder mantener a sus familias. La extinta asociación mexicana de árbitros logró conseguir que eso cambiara hace algunos años y se autorizara un pago fijo, además de los pagos por partidos.
Por arbitrar un partido, un juez se lleva una cifra que ronda los 2 mil dólares (48 mil pesos), los auxiliares mil (24 mil) y 500 (12 mil) para el cuarto oficial.
“Estamos haciendo intentos muy fuertes, para que el arbitraje sea más profesional”, dijo Brizio. “Es un hecho que el árbitro no es el futbolista, no vive exclusivamente del fútbol, aunque habrá quién si lo haga, pero hay otros que tienen más forma de ganarse la vida”.
Aunque México apunta a mejorar, la realidad es que sus silbantes son privilegiados.
También es el caso de Argentina, donde los salarios de los árbitros se han depositados sin recortes. Un árbitro de primera división cobra en promedio el equivalente a unos mil dólares por mes. Si es juez internacional, se le paga el doble.
Pero en Colombia los jueces viven una crisis porque sin fútbol se quedaron sin ingresos.
“Nosotros somos prestadores de servicios, somos trabajadores independientes y como todo trabajador independiente estamos sujetos a nuestro trabajo para tener ingresos, por ahora cada uno está realizando esfuerzos para mantener la situación en casa lo mejor posible”, dijo el árbitro colombiano Nicolás Gallo, quien tiene gafete FIFA.
Algunos de los árbitros tienen otro trabajo para sostener a sus familias, son profesores, empleados de empresas, o tienen otra actividad, pero pasan los días y es más difícil mantener a las familias sin ingresos, ya que los ahorros se acaban”.
Durante la temporada, un central en Colombia cobra 475 dólares (11,500 pesos) por encuentro y un abanderado casi 350 (8,400 pesos) , quemientras que en la segunda división el central gana unos 250 dólares (6 mil).
“¡Hagan algo! El 80% de los árbitros que conforman el panel en Colombia en la A y B, no tiene otro ingreso para el sustento de sus familias”, escribió el exárbitro José Borda en su cuenta de Twitter. “Por estos días, además de marginados están solos”.