El Atlético de Madrid no pasó hoy del empate ante el Lokomotiv Moscú (1-1) en un partido en el que el equipo colchonero disfrutó de suficientes ocasiones para marcar, especialmente en la segunda parte, que fue un auténtico asedio.
Marcó primero Giménez, pero los rusos empataron poco después desde el punto de penalti tras una mano innecesaria de Herrera y revisada por el árbitro con el VAR. El conjunto de Diego Pablo Simeone mejoró mucho con la entrada de Koke tras el descanso.
La estrella atlética, Joao Félix, asumió el liderazgo en la segunda parte, pero el portero local salvó a su equipo con varias paradas de gran mérito. Rompió la serie atlética de cuatro victorias seguidas en la capital rusa.
El que no estuvo a la altura fue Luis Suárez. El uruguayo lo intentó sin demasiado acierto y prolongó su mala racha sin marcar en campo contrario en Liga de campeones.
La principal novedad en el equipo colchonero fue el regreso al once inicial tras cinco partidos de ausencia por lesión de Saúl, que sustituyó al capitán, Koke.
Suárez volvió a la punta del ataque tras un partido de descanso y le acompañó Joao Félix, que ya había sido el mejor de su equipo hace un año en este mismo estadio.
Los rusos repitieron el mismo once que puso contra las cuerdas hace una semana al Bayern Múnich con Smólov, que jugó la pasada temporada varios meses cedido en el Celta, y Zé Luís, recién fichado del Oporto, como jugadores más adelantados.
El Atlético asumió la iniciativa desde el pitido inicial. Los rusos se sentían cómodos jugando al contraataque.
El único acercamiento con peligro en los primeros minutos lo protagonizó Joao Félix, que no pudo aprovechar en el corazón del área un buen centro desde la izquierda de Lodi. Fue el único despiste de los rusos, que cerraron muy bien ambas bandas.
Los siguientes minutos fueron vertiginosos. Primero, Saúl lo intentó desde fuera del área y Guilherme despejó con las yemas de los dedos a córner.
Giménez disipó las dudas iniciales con un gol de delantero centro. Decidió quedarse en las inmediaciones del área tras un córner, el mexicano Herrera lo vio en el primer palo y le puso un centro medido que éste remató haciendo imposible la estirada del portero local. (min.18)
Fue un espejismo, ya que, poco después, Herrera cometió un penalti al tocar el balón con el brazo derecho un centro desde la derecha en una acción en la que el esférico le dio en esa zona de rebote.
El árbitro recurrió al VAR, acudió a la banda a revisar la jugada y señaló los once metros, no sin antes amonestar a Luis Suárez. Miranchuk engañó a Oblak y vuelta a empezar (1-1). (min.25)
La delantera visitante apenas entraba en juego. Correa fue el único que logró inquietar a Guilherme a la media hora con un disparo al larguero tras un buen pase de Suárez.
Trippier tiró varios buenos centros desde la derecha, pero el uruguayo sólo alcanzó a rematar uno de ellos en el minuto 40. Su disparo de medio volea salió alto.
El partido estaba abierto. La mala noticia para Simeone es que los rusos comenzaban a creer que podían sacar algo positivo.
Tras el descanso, el técnico argentino volvió a su esquema inicial con Koke Resurrección en el centro.
Despertó Joao Félix con varios recortes al borde del área y un centro-chut que Suárez no acertó a rematar con comodidad en el segundo palo. La estrella del Atlético iba a por el partido.
El astro portugués tuvo el segundo gol en sus botas en el minuto 58. Recibió el balón de Lodi, armó la pierna y se sacó de la chistera un magnífico disparo que exigió a Guilherme la parada de la noche.
Había comenzado el asedio. El guardameta local salvó otra vez a su equipo al despejar a córner un cabezazo del luso. Seguidamente, un omnipresente Koke remató también de cabeza a la cruceta.
Mediada la segunda parte pareció que se le había acabado el gas a los españoles. Para más inri, el jugador de revulsivo, Vitolo, se lesionó poco después de saltar al campo.
De hecho, en uno de los pocos contraataques rusos de la segunda parte, Zé Luís aguantó las tarascadas de Giménez y estuvo a punto de sorprender a Oblak.
El resto del partido fue un ejercicio de impotencia visitante. Lo intentaron los pupilos de Simeone de jugada y de balón parado. Sin suerte.
Suárez estuvo a punto de consumar la heróica en el descuento tras un buen pase de Félix, pero una vez más se adelantó Guilherme. Al uruguayo le faltó velocidad, como durante toda la noche.