El Universal
En sus palabras hay, desde ahora, un toque de nostalgia. Habla pausado. En su tono de voz no existen variantes. Se asoma la tristeza de forma constante. No por el hoy, sino por el mañana. Siete partidos de Liga y dos más, si llegara a la Final, es todo lo que le resta a Erick Torres como rojiblanco. Por eso, el sentimiento le embarga: admite que extrañará a Chivas.
Ha probado una vez más la grandeza del equipo. Ha recordado lo que sus goles significan para millones de aficionados. Con los dos tantos frente a Puebla, dio al Guadalajara una victoria de oro en la lucha por evitar el descenso. Y este miércoles, cuando es cuestionado por EL UNIVERSAL, reconoce que echará de menos esa atmósfera cuando tenga que emigrar al término del Clausura 2015, rumbo a la MLS de Estados Unidos para jugar con el Houston Dynamo.
– Ahora que volviste a probar la grandeza de Chivas y la alegría que puedes dar a millones de personas con tus goles, ¿no sientes nostalgia anticipada de pensar en qué tanto vas a extrañar al Guadalajara?
– Sí, sin duda. Me llena de nostalgia el saber que quizá es poco tiempo el que me queda acá. Claro que pienso que quizá no me quedaba mucho tiempo acá y lo estoy disfrutando muchísimo. Estoy entregándome al 100 por ciento en los entrenamientos y en todo lo que está en mí para ayudar a este club y a mis compañeros. Por momentos sí entra la nostalgia y entran los sentimientos de que voy a extrañar esto, a Chivas, a la afición, a Verde Valles, todo… pero es parte de y no me queda más que trabajar, disfrutar este tiempo.
– ¿Duele saber que tendrás que despedirte del club al terminar el torneo?
– Pues es parte de. Yo tomé una decisión junto con mi gente que me ayudó, pero son cosas que pasan, cosas de futbol… Hay sentimiento por lo que es Chivas para mí, por lo que me he involucrado con este club, por todo lo que me ha dado. Son cosas de futbol, lo tomo como un profesional, como lo que tengo que ser y nada más.
Es la nostalgia anticipada de quien se encuentra frente a un adiós inminente. El discurso del Cubo Torres, este lunes después del entrenamiento en Verde Valle, va cargado de sentimiento. En poco tiempo, tendrá que despedirse del que reiteradamente ha llamado el equipo de sus amores. La MLS de Estados Unidos lo ha comprado para que juegue en Houston y quiere irse con las maletas cargadas de gloria.
Me gustaría irme haciendo historia. Ahorita hay una oportunidad muy grande el miércoles (ante Jaguares de Chiapas) de pasar a una Final y ¿por qué no? Quedar campeones de Copa MX, hacer historia. Sería algo grande con Chivas y me daría mucho gusto dar un titulo de Copa sería algo bueno. Quiero irme haciendo más goles en la Liga, brindando alegrías y en el futuro no descarto la oportunidad de regresar. Chivas es todo para mí, es el club que me abrió las puertas, es la institución donde crecí, desde los 8 años estoy aquí; ahora me toca salir, pero no descarto volver en el futuro, con más experiencia, con más años de edad para hacer cosas más grandes, sentencia.
Por lo pronto, ya ha empacado en sus maletas un recuerdo imborrable. Los goles que hizo el sábado pasado en la victoria como visitante frente al Puebla han acercado a Chivas a la salvación y al Cubo le han dado una alegría de esas que se guardan por siempre.
Quizá acabando el partido no tenía idea de lo que significaban esos dos goles. Hasta el día siguiente me cayó el 20. Sé que fueron goles de mucha ayuda, porque el equipo nunca bajó los brazos y significaron mucho para seguir trabajando. Queda mucho camino todavía, pero significaron mucho, son goles que me llevaré de recuerdo para toda mi vida. El partido que jugamos fue un encuentro que voy a recordar por mucho tiempo, concluye Erick Torres.