La última pieza en el esquema del Cruz Azul llegó para incorporarse a las órdenes del entrenador Robert Dante Siboldi. Se trató de Jonathan Borja, un ecuatoriano de 25 años de edad, mediocampista y proveniente de El Nacional de su país. De bajo perfil, como el resto de los refuerzos celestes para el Clausura 2020.
“Cuando llego a un club, no lo hago con carteles grandes, sino con las ganas de trabajar y hacerlo bien sobre la cancha”, dijo el sudamericano, en su llegada a la Ciudad de México.
Borja se convirtió en la sexta incorporación para los cementeros, tras la fallida operación del brasileño Paulinho Bóia y le salida de último momento de Edgar Méndez al Alavés.
El Cruz Azul se reforzó, además de tarde, con más poderío en el ataque, en lugar de estructurar a la defensa. Pablo Ceppelini, Alex Castro, Lucas Passerini y Borja son de perfil ofensivo, mientras que Luis Romo y el portero Sebastián Jurado llegaron con la mentalidad de proteger el arco celeste.
“Todavía tengo que arreglar algunos asuntos con el club, pasar los chequeos médicos”, adelantó, previo a firmar su contrato con La Máquina. Al sudamericano le tomó varias temporadas para ganarse un lugar como futbolista. Con 25 años de edad, Borja jugará en su séptimo equipo.
El ecuatoriano ha portado las camisetas del Guayaquil, Deportivo Quito, LDU de Loja, Aucas, Liga de Quito y el ya mencionado Nacional. En este último par de clubes, fue donde el mediocampista mejor lució.
En Quito jugó 30 partidos y conquistó la liga, mientras que con El Nacional disputó 65 cotejos, marcó 22 goles y dio 14 asistencias. “Puedo jugar en cualquier zona del ataque, por fuera, como falso nueve, la verdad es que me acomodo en cualquier posición”, cerró.