El Liverpool venció sobre el final 2-1 hoy al Burnley, en la vigésimo segunda jornada de la Liga inglesa de fútbol, y puso presión al Manchester United, que juega más tarde pero al que por ahora ya igualó en puntos.
El equipo de Jürgen Klopp se fue arriba a los 61′, a través de Sadio Mane. El local, sin embargo, igualó a tres minutos del final con tanto de Johann Berg Gudmundsson.
El encuentro parecía condenado al empate, pero el defensor Ragnar Klavan firmó la victoria para el conjunto «red».
«(Fue) un fanástico final para el partido», consideró Klopp. «Este es uno de los lugares más difíciles para jugar en toda la temporada. Estoy realmente contento. No fue un fútbol fantástico pero sí una fantástica actitud».
«Hoy no fue posible jugar brillantemente pero fue un partido abierto», continuó el alemán.
«Tuvimos un enorme revés con el empate (del Burnley) pero lo dimos vuelta nuevamente, hemos hecho eso muy seguido este año», consideró el estratega.
El resultado deja al Liverpool con 44 puntos, los mismos que el Manchester United, que más tarde enfrentará al Everton buscando una victoria que le permita tomar distancia.
Para el encuentro, Klopp no alineó a Mohamed Salah y a Philippe Coutinho.
En vez de ellos, estaba Mane, que tomó un balón al borde del área, se dio vuelta y disparó al ángulo del arco rival pasada la hora de partido. El gol, de bello y contundente, parecía haber sentenciado el asunto.
Gudmundsson no lo creyó así, y tras un primer cabezazo, se lanzó él mismo de cabeza para marcar el empate y desatar la euforia en el estadio Turf Moor.
Pero Klavan, de un modo similar, pescando un balón en el segundo palo, se encargó de decretar el 2-1 cuando el reloj marcaba el cuarto minuto de adición.