El Tribunal Supremo español ratificó hoy la condena de 21 meses de cárcel al futbolista argentino Lionel Messi por defraudar 4.1 millones de euros (4.5 millones de dólares) al fisco español durante los ejercicios de 2007, 2008 y 2009.
Ahora lo último que debe dirimirse es si el jugador del Barcelona y cinco veces Balón de Oro ingresará en prisión, algo improbable al carecer de antecedentes penales y tener una condena inferior a los dos años.
La Audiencia condenó el 7 de julio de 2016 a Messi y su padre, Jorge Horacio, a 21 meses de prisión a cada uno por tres delitos fiscales diferentes y la única «corrección» del Tribunal Supremo fue reducir a 15 meses la pena para el progenitor.
Messi fue juzgado por no haber tributado en España los ingresos de 10.1 millones de euros percibidos por los derechos de imagen del delantero rosarino entre 2007 y 2009.
La sentencia fue recurrida por los abogados de Messi y el Tribunal Supremo, el más alto órgano judicial en España, desestimó en su integridad las alegaciones para ratificar casi por completo el criterio de la Audiencia Provincial de Barcelona. Además, reprochó al futbolista su «ilegal comportamiento tributario», que tachó de «insolidario».