León.- Simplemente fue la noche en que no le salió nada a Cruz Azul. El técnico falló. Los jugadores fallaron. Se falló un penalti y hasta la suerte la tuvo de espalda. Todo eso a favor de León quien aprovechó las circunstancias para derrotar a los cementeros 2-0, y así volver a ganar en su estadio después de nueve juegos de no hacerlo.
El equipo de Pedro Caixinha sigue dando tumbos. Además de tener a tres jugadores considerados titulares lesionados: Edgar Méndez, Stephen Eustaquio y Pablo Aguilar, sus jugadores cometen tonterías, más allá del parado y la actitud, retrógrada y defensiva por la cual pagó las consecuencias.
Y León tuvo en sus manos todo a favor, comenzando con un Ángel Mena, ex cementero que jugó tal como lo esperaban los azules, pero ahora de Esmeralda lo hace suelto, sin presión… Está a gusto.
En siete puntos se quedaron los capitalinos y los guanajuanteses llegaron a ocho, en una muestra de que este inicio de torneo aún no hay una clara diferencia entre mediocridad, Cruz Azul raya esos tintes y León, trata de salir de ellos.
Sistema, recurso o modo de juego. Lo cierto es que Cruz Azul pagó caro su intención de entregar posesión e iniciativa a León en el inicio del juego. Más allá de las dos jugada de peligro que tuvo a balón parado, donde la suerte le jugó de espaldas, la realidad es que era el equipo Esmeralda el que mandaba, el que ganaba en metros y en tiros de larga distancia.
Pedro Caixinha, debido a las lesiones, presentó a Yoshimar Yotún en la lateral de la izquierda, el peruano tenía fama de haber jugado ahí, de dominar el sitio, pero se vio como novato al entregar la espalda en dos y tres ocasiones, en la cuarta tuvo que jalar a Jean Meneses. Ni la revisión del VAR lo salvó del penalti, menos de la expulsión.
El gol de Angel Mena (17’), ex cementero, tiró en plan conservador de Caixinha, ahora tenía que remar contra la corriente en desventaja total. Para hacerlo rompió su promesa Martín Cauteruccio, de quien dijo iba a meter gol, se fue y Orbelín Pineda entró para formar un bloque de contención en media cancha, dejando sólo en punta a Jonathan Rodríguez.
Cruz Azul estaba a merced de la fiera. No llevaba tres minutos en el campo Orbelín, cuando Jean Meneses realizó una obra de arte. Centro por la derecha de Mena, pasado, la pelota se iba pero no, Meneses se levantó y de tijera metió el gol del torneo… hasta ahora (45’).
Mostró más ambición Caixinha en la segunda parte, con diez hombres paró a su equipo con la intención de buscar redención, pero no… León ya tenía a su presa media muerta, sólo esperaba dar el último mordisco. Mena al fin demostró que tenía sangre y Luis Montes se volvió en su socio ideal.
Todo le salía mal a los cementeros y cuando parecía que las cosas mejoraban, peor se ponían. Penalti de Mosquera sobre Lichnovsky, que extrañamente no fue expulsado como Yotún. Se paró frente al balón Milton Caraglio y… volvió a fallar.
El último intento de Caixinha llegó con el ingreso de Misael Domínguez, y por momentos Cruz Azul estuvo jugando como grande, como lo debió de hacer desde un inicio, pero el mal ya estaba hecho. La goleada se evitó debido a que al León le anularon dos tantos por fuera de lugar.
Pero eso no quita que Cruz Azul siga navegando en la instrascendencia a la que ahora se le une la mala suerte. Porque todo le salió mal, tanto que si compraban un billete de lotería, salían sorteadas letras.