Hay empates 0-0 que son interesantes tácticamente, con llegadas donde los arqueros salen como héroes pero este entre el Guadalajara y el Pachuca, fue malo, tanto que está entre los peores cotejos que se han desarrollado hasta lo que va del torneo. Pachuca se metió a hacer un encuentro inteligente y se salió con la suya.
La obtención de unidades que ha tenido el Rebaño sagrado en casa está muy lejos del presupuesto que tenía la dirigencia, de cuatro partidos disputados apenas ha ganado uno, empatado dos y otro perdido, luego de empatar con el Pachuca 0-0 en cotejo de la
jornada siete del torneo Guardianes 2020.
Los rojiblancos llegaron a ocho puntos y siguen estando fuera de zona de Liguilla, mientras que los tuzos alcanzaron las 11 unidades, para mantenerse en zona prometida. Los tapatíos siguen sin convencer futbolísticamente.
Argumentos futbolísticos hubo pocos en ambos equipos para dar un mejor espectáculo, para generar jugadas de peligro, se neutralizaron y ambos arqueros, Antonio Rodríguez por el Guadalajara y Óscar Ustari por el Pachuca, vivieron un primer lapso con poco trabajo.
La sociedad Alexis Vega con José Juan Macías poco pudo producir, estuvieron lejos uno del otro, faltó creatividad en tres cuartos de cancha y por las bandas, hubo poca profundidad, ni Jesús Angulo por la izquierdo o Isaac Brizuela por la banda derecha, tuvieron descolgadas ni llegada a línea de fondo.
Deslucido el local, que tuvo la capacidad para abrir al tuzo que llegó con la intención de esperar el tiempo que fuera necesario para encontrar un error y capitalizarlo, pero por ningún motivo dejarían espacios para que los atacaran. Chivas no ha podido anotar en los primeros tiempos del torneo.
En el complemento la inercia no cambió tanto, ligeros chispazos de ambos equipos que apenas inquietaron a los arqueros, pero Pachuca no modificó su idea, priorizó el parado defensivo, orden porque con un empate estaba por bien servidos.
Los tuzos impusieron el ritmo, no dejaron al “Rebaño” que explotara su mejor cualidad, la dinámica, así que estuvieron siempre jugando semi lento, con mucha pausa y los rojblancos cayeron en desesperación al no salirles las cosas.
Pachuca buscó con gente de refresco marcar diferencia, mandó a “Pocho” Guzmán, Leo Ramos, Ismael Sosa, elementos de ataque así como a Kevin Álvarez y Efraín Orona, al tiempo que los locales también intentaron con Dieter Villalpando y Uriel Antuna, hacer lo propio pero la tónica fue la misma, deslucido ataque con apenas algunos chispazos que Ustari controló sin problema.