El Cruz Azul iniciará su torneo 44 jugando en el estadio Azul… Y será el último.
Esta tarde recibe al Tijuana en una cancha en la que hace poco más de 20 años, disputó su primer partido como local en el antiguo estadio de la Ciudad de los Deportes, el cual también se le llamó Azulgrana.
Fue el torneo de Invierno de 1996, el 10 de agosto. Con marcador de 3-0, La Máquina derrotó a los ahora extintos Toros Neza. Los goles fueron obra de Carlos de Oliveira Pintado, Sergio Verdirame y Carlos Hermosillo. El técnico era Víctor Manuel Vucetich.
Fue un buen comienzo, pero la realidad es que las cosas en el coso de la Colonia Noche Buena, nunca funcionaron de la mejor manera.
De los 43 torneos jugados ahí, La Máquina sólo clasificó en 28, y aunque disputó seis series de final, sólo ganó una, la del Invierno de 1997.
Este día, contra los Xolos de Tijuana, los cementeros iniciarán la despedida de la que fue su casa, pero nunca su hogar…. Muchas maldiciones ocurrieron ahí, y la realidad es que aunque hubo momentos de esplendor, el Azul nunca pesó, menos en los momentos importantes.
Si Cruz Azul no clasifica a las finales, el último juego que podría disputarse en el estadio sería el 21 de abril en contra de Morelia en la jornada 16.
Pero antes de llegar a ese partido, está Xolos, el primero del Clausura 2018, juego en el que podrán debutar dos de los tres refuerzos que tiene confirmado el equipo cementero: Javier Salas y José Madueña.
“Sabemos que la gente está ansiosa de que haya buenos resultados desde el inicio. Si nos exigen o no, pues es algo que nosotros no podemos controlar. Ellos pagan un boleto y tienen todo el derecho a pedir lo que quieran, y nosotros trataremos de responder”, dijo Salas, quien llega procedente de Atlas, pero que debutó en primera nacional con el Tijuana.
Así que ansía el juego contra los Xolos, “tengo un buen recuerdo de mi paso por los Xolos, pero ahora quiero que les vaya mal”, añadió Salas.
La presión que se les viene encima a los nuevos integrantes de los cementeros, dicen, está controlada, “lo que pasó hace 20 años ya no lo podemos controlar, es algo que sucedió y ya, ahora hay que mirar hacia adelante”, apuntó Salas.
Con la experiencia de haber jugado en Atlas, que tiene 60 años sin festejar un título de Copa, los 20 que acumula Cruz Azul, no pesan —añade el lateral—. “Hemos venido aquí a tratar de escribir nuestra propia historia. Yo soy un jugador que le gusta ganar, y Pedro [Caixinha, el técnico], es un tipo ganador. La filosofía está puesta, el trabajo también, ahora hay que mostrarlo en la cancha”.
Y de esa manera, el estadio Azul, tendrá una digna despedida.