Pasan las horas y se destapa la cloaca de los hechos acontecidos en el estadio Alfonso Lastras, en el juego entre el Atlético de San Luis y Gallos Blancos de Querétaro.
Hay varias voces que aseguran que la seguridad del inmueble, muy poca para un partido de esas características, al verse superados por los rijosos queretanos y ver que la policía no actuaba, pidió a la Barra del San Luis que fueran a apoyarlos, por lo que les dieron paso libre por todo el estadio, lo que provocó que la gresca en lugar de controlarse creciera hasta los niveles que se vieron en televisión.
Increíble que las que se suponen son los encargados de mantener el orden, hayan pedido ayuda a «criminales» para que fueran a hacer su trabajo, y lo peor es que solo acrecentaron la violencia.
Ojalá a la Comisión Disciplinaria se le entreguen todas las pruebas y la gente de San Luis haga llegar hasta ellos las imágenes de antes de que se iniciara la bronca, donde se ve a la porra potosina, agrediendo a jugadores de Gallos en los tiros de esquina.
Además, como era un juego considerado de alto riesgo, se supone que se le tendría que haber negado la entrada, más al ser considerada una de las Barras más violentas del futbol mexicano.