Aplicar una sanción a Miguel Herrera y Hernán Cristante, quienes el sábado protagonizaron un zafarrancho en el Estadio Azteca, pero más importante aún: fijar una postura sobre los actos violentos presentados en las calles aledañas al estadio Luis Pirata Fuente, el domingo, previo al partido entre el Veracruz y el Atlas, no parecen ser temas que interesen a la Federación Mexicana de Futbol y la Liga MX.
Ambos organismos brillaron ayer por su ausencia. Aprovecharon el segundo puente del año y será hasta hoy cuando informen los castigos. Total, qué más dan los heridos en Veracruz cuando lo verdaderamente trascendental es respetar el día festivo, ¿no?
Guillermo Ochoa arma tumulto en hotel de la Selección Mexicana
Los elementos de seguridad que custodian los hoteles donde la Selección Mexicana se concentra en Estados Unidos suelen distinguirse por su eficiencia. Resulta casi imposible que alguien se les cuele para intentar sacar un autógrafo o pedir a sus ídolos que posen para la instantánea, pero ayer se vieron rebasados ante la presencia de uno de los futbolistas más mediáticos.
Por la tarde, Guillermo Ochoa llegó al cuartel tricolor en San José, California, y los paisanos le dejaron claro que es uno de los más queridos. El problema es que burlaron el dispositivo de seguridad y el portero del Standard de Lieja casi es aplastado por la multitud. Más atención, señores de seguridad.