Si se pensaba que en Tigres todo había cambiado para bien, debido a las dos victorias seguidas y tres juegos sin perder, no… Los problemas apenas comienzan.
Ricardo Ferretti empezó a moverle a su cuadro —y hasta a su formación— para sacar puntos, ya que se estaba rezagando, pero debió sentar a algunos jugadores que se consideraban intocables. Y no, no hablamos de Gignac.
Luis Quiñones y Eduardo Vargas andan enojados, porque sienten que el Tuca, con esos movimientos, los evidenció, y así los culpan de la mala racha felina. Por eso ya preparan su salida.
Quiñones quiere regresar a Toluca y Vargas desea irse a Brasil. ¿Se irán?