SAN ANTONIO, Texas, EU, julio 16 (EL UNIVERSAL).- México no echará mano de la nueva regla en Copa Oro. Las selecciones que pasan a cuartos de final tienen la posibilidad de dar de alta a seis nuevos futbolistas, de la lista preliminar de 40, pero Juan Carlos Osorio se morirá, como siempre, con la suya.
«Es de conocimiento público que del grupo de Copa Confederaciones queríamos traer a siete jugadores, también saben quiénes declinaron la posibilidad, es muy respetable, también es de conocimiento al final de quién fue la decisión de los que querían venir y no vinieron, el grupo que está se merece la oportunidad de continuar, ojalá que tenga la oportunidad de evidenciar lo que es este torneo, representar a México. Por ahora este el grupo con el que tenemos toda la confianza de avanzar y llegar hasta la final», comentó el técnico colombiano.
El desgano con el que Osorio hablaba contrastaba con la ilusión que irradiaba del rostro de Erick Gutiérrez, el volante del Pachuca, quien tendrá la oportunidad de iniciar en contra de Curazao, último rival del Tri en la primera ronda, y al que tiene que vencer para asegurar el primer lugar de grupo.
«Este torneo, como ya lo había dicho, es algo muy bueno para mi carrera y hay que tratar de aprovecharlo al máximo. Va a ser un partido importante para todos, porque queremos trascender», expresó.
Osorio se dijo intranquilo de no poder estar en la banca: «Pero nos ajustamos a lo que pide la Concacaf».
Concacaf exagera con la prensa. Los organizadores de Copa Oro han pedido a los reporteros dejar de grabar las conferencias con celulares. Exagerada medida que impide esta práctica para redes sociales y consumo personal. Se entiende cuando se trata de los partidos por los derechos de transmisión, pero lo de la conferencias va más allá de lo normal.