Jesús Corona, portero y capitán del Cruz Azul, le pintó el dedo a una sección del estadio Corona por apuntarlo con un láser verde a su rostro. Durante la victoria celeste (0-1) sobre el Santos, en la ida de la final del Guardianes 2021, el guardameta se enganchó con unos aficionados, por lanzarle esa distracción previo a sus despejes, aunque tampoco se lo mostraron por varios minutos.
Incluso, antes de la anotación de Luis Romo, Corona intentó avisarle al árbitro asistente uno del partido, Michel Alejandro Morales, quien hizo caso omiso a las quejas del jugador. La porra lagunera detrás de la portería también se fue sobre el guardameta y en varias ocasiones le mentó la madre, mientras las acciones del partido estaban del otro lado de la cancha.
Fue hasta el final del compromiso, cuando Corona perdió la paciencia, levantó su dedo enfundando y se metió con la fanaticada local, que respondió con chiflidos.