Con casi cuatro décadas en el balompié profesional, Javier Aguirre se ha acostumbrado a vivir en el ojo del huracán.
Eso explica la tranquilidad que irradia su voz, pese a la reapertura de la investigación por un supuesto amaño en el resultado del encuentro Levante-Zaragoza, en la fecha final de la campaña 2010-11. Los maños, entonces dirigidos por el Vasco, se impusieron como visitantes (2-1) y lograron su permanencia en la Primera División.
El estratega mexicano ha leído y escuchado incontables opiniones sobre que podría terminar en la cárcel. Reitera que no cometió el delito que se le imputa y se mantiene sereno.
“Cuando esto surgió, hace como tres o cuatro años, sucedió algo parecido; es decir, se dio la noticia y todo el mundo vertió su opinión. En ese sentido, estoy muy tranquilo y ya está”, comparte Aguirre, entrevistado vía telefónica desde Estados Unidos. “He seguido haciendo mi trabajo normal. Afortunadamente, vivimos en un país con libertad de expresión, es una garantía que tenemos los mexicanos y la ejercemos. Cada quien expresa lo que quiere y, en mi caso, la profesión que he elegido, que es ser jugador y entrenador profesional… Está claro que se encuentra expuesta a la crítica y muchas veces se dicen tantas cosas.
“Ya son cuatro décadas de que mi trabajo está expuesto a la opinión pública y terminas por acostumbrarte. Por supuesto que siempre tu gente cercana, familia y amigos, son los que saben quién eres y hacia dónde vas. De ahí en más, no te conocen y a veces se dicen cosas a la ligera sin verdadero conocimiento de la persona o de la situación en la que estás, pero no me afecta, porque no es la primera vez que se habla de mí. A veces bien y otras mal, pero debes tener equilibrio emocional para que no te afecte”.
Aguirre lo presume… Y se da tiempo para aclarar que no está involucrado en otro caso de amaño, como la prensa española publicó hace algunas semanas. Eso sí, deberá presentarse ante un juez. Probablemente, a finales del presente año.
“Eso es un hecho concreto: iremos con el juez los involucrados en el partido. La primera y única vez que fui con la juez fue a principios de 2015… Lo único que quiero es que ya termine esto”, reconoce. “Sigo haciendo mi vida normal, igual la profesional. Tuve ofertas de trabajo.
“Este diciembre tuve cuatro, de Japón y China… Es decir, mi vida profesional no se ha visto afectada en lo absoluto y, si de aquí al verano no tengo algo, ya conseguiré trabajo donde sea. Tampoco me quiero quedar en casa. Eso está claro. Hay opciones de Emiratos, Qatar, Japón…”.