Las vueltas de la vida y del futbol no paran ni en el retiro, así lo vivió Javier Aguirre, quien al colgar los zapatos no tenía pensado ser director técnico. De hecho, no pensaba estar cerca de una cancha.
«No, no pienso ser entrenador, estudié administración de empresas/finanzas y quería irme a trabajar a otra cosa, no al futbol, no me veía, pero te van apareciendo cosas en la vida que las tomas o las dejas», relata el estratega mexicano, en una entrevista con la Liga de España.
«El Vasco» Aguirre recordó que Miguel Majía Barón fue quien lo encaminó.
«Recién cumplí 34 años y Miguel Mejía Barón me habla, me dice que [César Luis] Menotti ya no estaba en la selección, quiero que vengas a la selección, de ayudante. Decidí que era buena oportunidad, el domingo jugar futbol y al otro día estar con el silbatito. Así empecé, un poco de todo y no tenía el título de entrenador, después me dediqué a estudiarlo.
«Como jugador fui promedio, no destacaba , técnicamente era muy pobre, pero tácticamente veía cosas que ayudaban al equipo, era regular y competitivo, los entrenadores siempre me utilizaban, jugué siempre en los tres equipos, América, Chivas y Atlante. Debuté de centro delantero, tiempo después pasé a volante», mencionó el ahora timonel del Leganés de España.
Tuve la fortuna de ganar un título con el América, en el estadio Azteca, metí el 3-1 al final del partido, fue el último con las Águilas, no diré que me echaron, me transfirieron al Atlante -risas-. Luego vino el Osasuna. Pude venir a Europa porque mis padres tienen amigos navarros, Televisa me ayudó con un video de mis jugadas y lo enviamos al Osasuna», destacó con agradecimiento al Atlante que no puso trabas para su salida. «Una serie de circunstancias para un jugador tan mediocre e ir a Europa».
Como estratega, Aguirre ha tenido las riendas del Atlante, Pachuca, Osasuna, Atlético de Madrid, Real Zaragoza, Espanyol y Al-Wahda, mientras que a nivel de Selección dirigió a México (dos ciclos), Japón y Egipto.
«Ahora estoy aquí [Leganés], sufriendo como un perro, pero feliz», concluyó.