Con más incertidumbre que ilusión, comenzará la tercera gestión de Javier Aguirre al frente de la Selección Mexicana. Luego de sus etapas en 2002 y 2010, el Vasco volvió al Tricolor y la próxima semana será revelada su primera convocatoria.
La gran incógnita: ¿Volverán los hombres de experiencia o se mantendrá el “sueño” del cambio generacional? Serán más de 25 nombres los que den a conocer para encarar los partidos contra Nueva Zelanda y Canadá, el 7 y 10 de septiembre, respectivamente.
El primer cotejo se disputará en el Rose Bowl de Pasadena, California. El segundo, en el estadio AT&T, hogar de los Cowboys de Dallas en la NFL.
Uno de los nombres que más suena desde el arribo de Aguirre es el de Guillermo Ochoa, quien —con base en declaraciones del propio técnico nacional— tendría nulas oportunidades de volver, por ahora, ya que se encuentra sin equipo.
Es cierto que el arquero tres veces mundialista entrena por su cuenta, pero el Vasco dejó claro que considerará a aquellos que tienen contrato con algún equipo.
Henry Martín, Raúl Jiménez y Jesús Gallardo, quienes no fueron llamados para la reciente Copa América 2024, están próximos a volver al combinado nacional y ponerse a las órdenes del nuevo cuerpo técnico. El veterano entrenador suele caracterizarse por confiar en los futbolistas experimentados, lo que distingue a esta tercia.
La duda será con Hirving Lozano, quien podría mantenerse alejado, por temas extracancha. Algunas actitudes y declaraciones del Chucky no han gustado en el seno tricolor desde la pasada Nations League.
Por otra parte, también hay nombres que pertenecen a la Selección Sub-23 y que están en el radar del cuadro principal, como es el caso del portero del Athletic de Bilbao, Alex Padilla, además de Jordan Carrillo, Ramón Juárez, Omar Campos y Rodrigo Huescas.
La gran sorpresa será Germán Berterame, delantero argentino naturalizado mexicano.
La base se mantendrá, con gran parte del equipo que disputó recientemente la Copa América, con César Montes, Johan Vásquez, Luis Chávez, Edson Álvarez y Santiago Giménez como los elementos clave en la columna vertebral del Tricolor.
Dos partidos que ofrecen poco, pero que quedarán marcados como el inicio de la tercera etapa de Aguirre, quien debe devolver la paz al Tricolor.