La selección de Italia se ha erigido como una de las favoritas al título con una fase de grupos impecable y que ahora pone en riesgo en los octavos de final, donde ya no puede fallar y en los que recibe a una Austria, novata en estas etapas, sin nada que perder y con un David Alaba en racha con dos asistencias.
Los Azzurri llegan al duelo con una racha abierta de once victorias consecutivas, todas sin recibir goles, y con la posibilidad de sellar su récord absoluto de partidos sin perder, 31 (última derrota en 2018 contra Portugal en Liga Naciones de la UEFA).
Roberto Mancini, seleccionador italiano, animó a sus jugadores que disfruten de jugar en Wembley porque lo que merece este estadio es «un gran partido… Me siento bien. Hay que disfrutar de jugar en Wembley, porque hay muchos futbolistas que nunca han tenido esta oportunidad. Lo que merece este estadio es un gran partido», dijo.
Mancini, preguntado por si le preocupa la situación de la pandemia en Londres, con el aumento de casos por la variante Delta, fue claro al respecto: «Tenemos las dos dosis de la vacuna, así que espero que estemos bien».
Además, confirmó su compromiso al frente de la selección italiana. «Es una gran alegría ser entrenador de Italia y espero seguir siéndolo”.
En el otro duelo con el que se abren los octavos de final, Dinamarca y Gales, territorios que juntos no alcanzan los 10 millones de habitantes, se presentarán con más ilusión que exigencia en el Johan Cryuff Arena de Ámsterdam, donde buscarán seguir con el sueño europeo.