Las razones que explican el récord de futbolistas chilenos en la primera división mexicana paracen ser claras y contundentes.
El aumento de cupos de extranjeros —se permiten 10 foráneos—, decisión tomada por la Liga ante el alto costo de las figuras locales; el gran año de Edson Puch, y el bicampeonato de La Roja explican el fenómeno. En 2006 llegó a haber 11 chilenos en el torneo azteca.
“¡Gol del ‘Pata Bendita’!”, grita el “Chapulín Colorado”, el famoso personaje de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, en uno de sus capítulos. El comediante era admirador de Osvaldo Castro y también de Carlos Reinoso, chilenos que fueron figuras del América en los 70 y que mantienen el estatus de icono en tierras aztecas.
Luego, Ivo Basay en Necaxa; Fabián Estay en Toluca; Rodrigo “Pony” Ruiz en Santos Laguna, y Humberto Suazo en el Monterrey también dejaron huella. Edson Puch, del Necaxa, fue escogido el mejor jugador de 2016 en la Liga —premio de una televisora de EU—.
El iquiqueño no fue el único que brilló: también lo hizo Sergio Vergara, atacante de 22 años, formado en la “U” y con un paso por Valdivia, quien fue elegido el más destacado de la liga de ascenso. Eso le valió pasar del Celaya al Pachuca.
A los chilenos siempre les acomodó el suelo mexicano, pero 2017 se puede convertir en el año con más presencia nacional: 20 jugadores tienen un cupo asegurado en el torneo de Primera.
No es la primera vez que hay un contingente importante en el país. En 2006 hubo 11 compatriotas en la Liga: Nelson Pinto, Renato Ramos, Hugo Droguett, Rodrigo Ruiz, Sebastián González, Ricardo Rojas, Héctor Mancilla, Patricio Galaz, Ismael Fuentes, José Luis Villanueva y Reinaldo Navia.
En 2003 coincidieron Iván Zamorano, Fabián Estay, Ricardo Rojas, Pablo Galdames, Claudio Núñez y los mencionados Navia, Ruiz y “Chamagol”.
Jorge Aravena , quien marcó 66 goles en Puebla entre 1988 y 1991, no se extraña: “En mi tiempo éramos un montón, y el cupo era para cuatro extranjeros. En el Puebla, los cuatro éramos chilenos: Carlos Poblete, Gustavo Moscoso, Óscar Rojas y yo. En Morelia estaban Juan Carlos Vera, el ‘Fantasma’ Figueroa y Ángel Bustos. En Monterrey, ‘Chino’ Hisis; en Cruz Azul, Fuentes”.
El “Mortero” dice sobre la nueva camada: “Hubo un reencantamiento con los chilenos, que son el pilar del Necaxa, con Puch como estandarte”. El nuevo DT de Comerciantes Unidos de Perú entrega sus razones: “No creo que sea producto del bicampeonato de América de la selección chilena, porque antes no habíamos ganado nada e igual íbamos. Pasa porque el chileno se adapta con rapidez a la vida y sistema de juego mexicanos y tiene la gran virtud de no buscar excusas cuando no rinde. Creo que se cansaron de los argentinos, que llegan con máquinas para vender humo”.
Fabián Estay, quien también brilló en el América, analiza el boom. “El 7-0 de La Roja a México en la Copa América caló, pero el motivo principal por el que se mira a Chile es que el mercado interno es caro, había que recurrir a otros países y ayudó la regla que aumentó el cupo de foráneos”.
El periodista Francisco Vela, explica la liberalización: “Un equipo puede contratar 20 jugadores no mexicanos, pero el límite para las citaciones a un partido es 18, de los cuales 10 pueden ser extranjeros y 8 nacionales. Los dueños de los clubes para combatir el alto costo del futbol local, porque con 8 millones de dólares no compras un jugador top mexicano, pero traes dos sudamericanos de primera línea”.
La empresa AIM representa a ocho de los 20 chilenos que están en la Liga MX: Manuel Iturra, Nicolás Maturana, Marco González y Felipe Gallegos en Necaxa; Nicolás Castillo y Bryan Rabello en Pumas; Francisco Silva y Enzo Roco en Cruz Azul. Arturo Jiménez , de esa agencia, analiza la “invasión” chilena: “Se explica por el nuevo reglamento de extranjeros y también por los últimos años de la selección. El jugador chileno está en alta valoración”.