El Sevilla y el Inter de Milán se medirán hoy por primera vez en una competición continental, pese a sus dilatadas trayectorias en estos torneos, y lo harán con la ilusión de agrandar sus currículums con el de campeón de la Europa League, en una histórica edición que quedará marcada por el novedoso formato obligado por la pandemia de coronavirus.
Ambos acabaron muy bien sus torneos domésticos. El conjunto español como cuarto clasificado —empatado con el tercero (Atlético de Madrid)— y el italiano, segundo —tras la Juventus—, y a eso le dieron continuidad.
Sin duda, el “rey” de este torneo es el Sevilla, que lo ganó en cinco ocasiones (2006, 2007, 2014, 2015 y 2016), todas las veces que acudió a la final, pero el Inter, uno de los clubes más laureados en Europa, también tiene en sus vitrinas tres trofeos de campeón de la Copa UEFA/Europa League (1991, 1994 y 1998).
El palmarés de estos equipos, que la próxima temporada jugarán la Liga de Campeones, augura un buen espectáculo futbolístico en la final, para la que la UEFA ha abierto algo el protocolo sanitario y ha dejado que, aparte de las delegaciones oficiales, asista una veintena de personas por cada club. En el lado andaluz, el debut esta temporada como entrenador de Julen Lopetegui ha sido de lo más acertado.