Tres partidos sin ganar para Cruz Azul y el Guadalajara, dos puntos sumados de nueve posibles para La Máquina y uno para el Rebaño, no mejoran y les urge.
Un empate (1-1) insípido entre cementeros y rojiblancos, con Pedro Caixinha y Tomás Boy en la tablita de sus puestos. Lo que el portugués etiquetó como “clásico”, por la relevancia de estos clubes, quedó muy corto de serlo.
El Estadio Azteca fue enorme para este partido, ni siquiera la mitad del aforo en el recinto; los boletos muy caros y equipos chatos que no generan espectáculo.
Muy pronto en el partido, apenas al minuto 10, La Máquina generó un contragolpe letal para abrir el marcador. Pablo Aguilar rechazó el balón en el área cementera, proveniente de un tiro de esquina rojiblanco; recibió Roberto Alvarado, quien filtró para Orbelín Pineda; éste centró para Jonathan Rodríguez, sin marca, y firmó el gol.
Las Chivas se vieron, una vez más, sin idea, con cuatro cambios en el cuadro titular, que incluyeron la modificación de Raúl Gudiño por Antonio Rodríguez en el arco, Alexis Vega en lugar de Oribe Peralta y el debut inesperado de Gilberto Sepúlveda por la baja de Oswaldo Alanís.
La reacción rojiblanca llegó hasta el 42´. Miguel Ponce disparó potente –con la colaboración de las manos flojas de Jesús Corona– para igualar el duelo.
Para el complemento, La Máquina continuó con el control del balón, sin encontrar una conexión con el eje del ataque, Bryan Angulo, quien se presentó en el Estadio Azteca. El árbitro Fernando Guerrero no sancionó un empujón de Juan Escobar sobre Isaác Brizuela dentro del área.
El silbante consultó con el VAR y no cambió su decisión. Cruz Azul y Chivas no arriesgaron más y el duelo terminó empatado. Abucheos en el Azteca.
Viene la fecha FIFA, dos semanas para que Caixinha y Boy mejores las condiciones de sus equipos porque la Liguilla se aleja.