RÍO DE JANEIRO, Brasil.- «Fuimos un desastre, cometimos errores individuales mayúsculos».
Sin anestesia, ni excusas. Ni frases de ocasión para preservar a sus futbolistas. Jorge Luis Pinto dio la cara tras la lapidaria goleada que sufrió su Honduras 6-0 ante Brasil en la semifinal de los Juegos Olímpicos de Río.
«Nunca en mis 32 años de carrera me habían hecho seis goles», comentó el entrenador colombiano, que se hizo un nombre en el fútbol sacando agua de las piedras con equipos sin tradición ni mucho talento.
Por primera vez en su historia, Honduras había quedado entre los cuatro mejores de los Juegos Olímpicos tras una campaña que incluyó mandar a casa nada menos que al bicampeón olímpico Argentina. Tenía la ilusión de repetir la gesta ante Brasil pero se truncó apenas a los 15 segundos del partido cuando Neymar se aprovechó de la ingenuidad de Honduras en la salida y abrió la cuenta.
«Cualquier esquema se descompone con un gol a los 15 segundos por un error nuestro», admitió Pinto, sin mencionar por el nombre a Anthony Lozano, quien se dejó sacar la pelota por el astro del Barcelona.
«Brasil aprovechó las oportunidades de ellos y los errores de nosotros», analizó el estratega.
El final de Honduras en Río todavía no está escrito. Tiene la oportunidad de colgarse una inédita medalla de bronce si supera al perdedor de la otra semifinal entre Alemania y Nigeria.
«Tenemos que reaccionar y pelear por el sueño, por la medalla histórica. Vamos a darlo todo en Belo Horizonte. Eso permite el fútbol, pasar de la oscuridad a la claridad en un partido», avisó Pinto.
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