A Héctor Herrera le llovieron ofertas de todos lados. Pero las rechazó, él quiso quedarse en el Atlético de Madrid.
Le ofrecieron volver al Porto, dijo que no. Le ofrecieron ir al odiado rival, el Benfica, mucho menos. Vino una oferta del Nápoli, no le agradó mucho, y hasta lo llamaron de Rusia, y a todo dijo que no.
Quiso quedarse en el Atlético de Madrid para demostrarle a Diego Simeone que tiene capacidad y puede ser titular.