Héctor Adomaitis recuerda con alegría sus años en México. “Fui parte de dos grandes instituciones como el Santos y el Cruz Azul”, recuerda el Ruso, hoy radicado en Chile, “con uno fui campeón en el 96, un equipo que lucha por no descender y se comenzó a labrar su propia historia”, y un año después “con el Cruz Azul, al que después de 17 años, lo volvimos a hacer campeón”.
Pero ahí no acabó la andanza de Adomaitis, ya que fue parte de ese equipo cementero que fue subcampeón en la Copa Libertadores en 2001.
“La Libertadores fue espectacular, hicimos un gran papel. El equipo se reforzó con Pepe Cardozo y Sergio Almaguer, a los que ya conocíamos, y estuvieron jóvenes como José Hernández, Tomás Campos, Melvin Brown, Norberto Ángeles, Un torneo que los hizo madurar mucho, desde subirte al avión. Es una lástima que ya no se participe ahí”.
Pero el Ruso se queda con un partido en su historia en México, “ese que dimos en León en la final. Todavía se habla de ese título, la gente se acuerda muy bien de ese juego. En México es muy difícil ser campeón, es una Liga muy competitiva”.
Lo mejor de todo, “fue ver la felicidad de Luis Fernando Tena, un gran técnico, un gran hombre, al que no han valorado en México. Me quedo con su rostro de felicidad y la gente recibiéndonos”. Ahora espera “que todo esto termine y coronen el buen torneo que llevaban”.