El técnico argentino Gustavo Quinteros tachó como una desgracia la aparición del nuevo coronavirus, el Sars-Cov-2. Pero también cree que, en medio de los estragos por los miles de fallecidos y el golpe económico en los bolsillos de las familias, la humanidad puede mejorar.
“No tengo duda que esto nos deja un aprendizaje en muchas situaciones de la vida. Es como en los juegos, y se los digo a los muchachos, más que ganar o perder se trata de aprender. Esta situación me ha puesto en un lugar que nunca imaginé, pero vamos a volver mucho más solidarios, valorando más las cosas que antes, disfrutar la libertad, estar con gente, la demostración de afecto con padres, hijos y amigos.
“Lo que estamos pasando es una desgracia, porque hay muchas familias que han sufrido pérdidas, que esta contingencia sea para aprender, cambiar, que los seres humanos podamos ser mejores, aportar lo mejor de cada uno en esta etapa de nuestras vidas”, reflexionó el entrenador del Tijuana.
Quinteros sobrelleva su aislamiento social en Tijuana, Baja California, en compañía de su esposa y uno de sus hijos, aunque parte de sus pensamientos estás a la distancia con sus otros descendientes, quienes se quedaron en Argentina, país donde los casos de contagio por Covid-19 llegan a más de 11 mil.
“Lamentablemente no podemos estar los seis juntos, pero todos bien en Buenos Aires con la demás familia. Pero todo el tiempo estoy pendiente para que se cuiden”.
De igual modo, el timonel de los Xolos lamentó las consecuencias económicas por el parón de la Liga MX. “Es una gran pena, se paró el futbol como todas las actividades, esto perjudica a mucha gente, lamentablemente hay muchos que necesitan salir en el día a día, debemos pensar más en ellos, los jugadores y entrenadores podemos esperar poco más, pero hay mucha gente necesitada en llevarle la comida a la familia, es lo triste”, reiteró el técnico, que ya pasó por una revuelta social mientras dirigía en Chile. “Sí (es lo más fuerte), nunca me había pasado algo así, esto de cerrarse fronteras y no poder viajar”.