CIUDAD DE MÉXICO, julio 27 (EL UNIVERSAL).- Salir del campo en medio de un sonoro abucheo ya es habitual para Joffre Guerrón, a quien incomoda ser el “villano favorito” del pueblo celeste, pero reconoce que ha hecho méritos para recibir la etiqueta.
Llegó al Cruz Azul para el Clausura 2016, con la obligación de ser una solución ofensiva. Ha fallado.
Suma mil 80 minutos jugados en la hoy llamada Liga MX con la elástica cementera y apenas ha estremecido las redes contrarias una vez. Admite su deuda, mas promete saldarla pronto, para demostrar que sí era un fichaje necesario.
“Es normal [los abucheos], trato de hacer mi trabajo, dar todo. No vine acá para restar, sino a sumar”, aclara el sudamericano, en el aeropuerto de la Ciudad de México, previo al viaje de La Máquina a Guadalajara, donde este miércoles por la noche visita a los Leones Negros por la Copa MX. “Por ahí, a lo mejor la gente anda ansiosa, quiere que haga goles, que el equipo gane, pero estoy tranquilo, con paciencia y la confianza de todos mis compañeros”.
“De a poco se darán las cosas y todos estarán alegres”.
Incluidos aquellos que desahogan toda su frustración cada que esta gacela se enfila hacia la banda para ser sustituido.
Por ahora, Joffre cuenta con todo el respaldo del director técnico Tomás Boy, cuya confianza espera respaldar con goles.
“No me molesta [ser criticado], porque a todos nos incomoda no ganar”, sentencia. “La afición tiene la razón en enojarse, paga su boleto para ver al equipo ganar, pero hay que entender que no vamos a ganar todos los partidos”.
A final de cuentas, no han perdido durante el actual semestre: dos igualadas dentro de la Liga (0-0 con el Necaxa y los Pumas), además de una victoria en la Copa (2-0 sobre los Coras de Tepic).
Guerrón recuerda que los aficionados “deben tener paciencia. Si no, de qué se trata esto”.
“Todo vendrá en su momento. Trato de hacer un buen trabajo, entregar todo”, complementa. “Si hiciera el gol, fuera mejor, pero no es así. Primeramente, uno tiene que pensar en sumar, hacer un buen trabajo. Los goles caen solos”.
Como parte de rachas, esas que son tan comunes en aquellos futbolistas encargados de subir sus nombres a las marquesinas.
El ecuatoriano es de esa raza… Y no se desespera, sin importar que habite el huracán cruzazulino.
“Trato de buscar goles, pero lógicamente que no estoy todavía en esa racha”, admite. “Lo importante es que no voy a bajar los brazos, voy a seguir insistiendo, luchando, porque siempre he sido así y es lo que me ha dado para estar acá”.
Con la exigencia de ser uno de los futbolistas que aparezcan en las portadas de los diarios gracias a su olfato goleador.
No lo ha cumplido y es abucheado. Por ahora, lo acepta.