El Universal
Se hizo esperar, pero volvió en todo su esplendor.
Peleado con la red en los tres primeros partidos de Perú, Paolo Guerrero, el máximo cañonero de la última Copa América, anotó los tres goles de la victoria 3-1 sobre Bolivia en los cuartos de final y fue un azote para la zaga rival.
Se movió con libertad por el ataque, tuvo buenos encuentros con sus compañeros, estuvo cerca de anotar un par de goles más y hasta dio un par de pases que debieron haber terminado en gol.
Sobre todo, estuvo letal en la definición.
Dio un campanazo de alerta tempranamente, con un bombazo desde afuera del área que se fue muy cerca.
Pero recién estaba calentando motores y en la primera ocasión seria que tuvo no perdonó, anotando de cabeza luego de recibir un centro de Juan Vargas. Tres minutos después, en otro contragolpe, Christian Cueva lo dejó solo frente al arquero y marcó el segundo. Cerró la cuenta en el complemento, al ganar otro mano a mano con el arquero Romel Quiñónez después de robar un pase corto hacia atrás de Danny Bejarano.
Quiñónez le ahogó el grito de gol con otro cabezazo hacia abajo y un nuevo frentazo se fue muy cerca.
Guerrero se lució también haciendo pases de gol. Luis Advíncula desperdició uno y Yordy Reyna otro sobre el final del encuentro.
Este último produjo una fuerte reacción de los bolivianos ya que el delantero hizo un lujo considerado innecesario.