Las Chivas quieren terminar una racha de ocho juegos sin ganar y frenar el paso arrollador del León, que acumula 12 victorias en fila.
La pesadilla del Rebaño parece no tener fin, luego de dos derrotas en la misma cantidad de partidos con Tomás Boy en el banquillo, es evidente que el problema va más allá de un cambio de técnico, consiste en falta de confianza y un bajo nivel de muchos jugadores que se supone debieron ser la solución.
Ya sin posibilidad de Liguilla, lo único que le queda a este equipo es cerrar con dignidad, pero también la oportunidad para muchos jugadores de mostrar que quieren quedarse o irse de esta institución, que el próximo año peleará por el no descenso.
Los tapatíos, que tienen 15 unidades y ya recuperan al volante Isaác Brizuela, ha ganado cinco de los 10 más recientes cotejos en casa ante su rival en turno, por dos derrotas y tres empates.