CIUDAD DE MÉXICO, marzo 14 (EL UNIVERSAL).- Si hay un árbitro que será señalado y perseguido por la opinión pública y el medio futbolístico, ese será Roberto García Orozco. García es señalado como uno de los líderes del movimiento arbitral que se negó a pitar la jornada 10 del Clausura 2017, además de que es uno de los precandidatos, junto con César Ramos Palazuelos, de la FMF, para acudir a la Copa del Mundo de Rusia 2017. Hasta ahora.
Edgardo Codesal, ex director del área técnica de la Comisión de Arbitraje, está seguro de que de ahora en adelante todo lo que haga el central será juzgado con lupa y su designación puede peligrar, lo que sería una forma de revancha de parte de los federativos.
“Primero que nada, Roberto tiene que hacer una reflexión profunda y ponerse a entrenar. Si quiere ir a un Mundial tiene que trabajar y estudiar idiomas, eso es algo que le han dicho en FIFA. En los últimos cursos sigue usando audífonos y eso no causa buena impresión, porque necesita acudir a la traducción para todo”, opina el ex árbitro.
Codesal afirma que está muy bien “que por un lado exija derechos, pero por el otro lado hay que dar otras cosas. Roberto tiene que reflexionar, entrenar, trabajar, estudiar idiomas, capacitarse, sobretodo porque después de esto estará en el ojo del huracán, todo el mundo verá a detalle como arbitra, y no sólo eso, si no también como entrena, se comporta, qué hace, qué no, cómo se prepara y que tenga buenos resultados en la cancha…”, advierte.
Despidos. Asimismo, el mundialista en Italia 90, está consciente de que después de estos hechos, algunas cabezas podrían rodar en la FMF. “De que pueden rodar cabezas, sí, pueden rodar y mucha gente puede salir. Son las consecuencias que puede tener esto, puede pasar de todo”.